Hoy quiero compartir con vosotros una alegría muy especial: la publicación de un artículo en el Diario de Teruel, dentro del Suplemento Científico y Cultural del Instituto de Estudios Turolenses. En él reflexiono sobre algo que para mí es mucho más que una vocación: por qué hago cine sobre patrimonio.
Desde mis primeros recuerdos en Castelnou, el cine ha sido una forma de mirar el mundo y de hablar con él. Hoy sigue siendo mi manera de recordar en voz alta, de hacer presente lo que parece dormido o a punto de desaparecer. No me interesa un cine decorativo, que pase de largo o se quede en la superficie. Me interesa un cine que escuche, que revele, que conecte. Un cine capaz de transformar la memoria en presente.
El patrimonio no siempre cabe en un museo… pero sí puede habitar una pantalla. Y en esa pantalla puede vibrar, emocionar, interpelar, volver a vivir.
Gracias al Instituto de Estudios Turolenses por ofrecerme este espacio y, sobre todo, por su trabajo constante en la defensa y difusión de nuestra cultura.
📰 Puedes leer el artículo completo en la edición del 26 de junio del Diario de Teruel (Suplemento Científico y Cultural del IET) o en su versión digital: